En el mes de Febrero de 2013, en la
Asociación de Mujeres Amanecer
del Barrio Peral,
se celebró una nueva Edición de las
Jornada Carmen Conde
donde los participantes son personas que se encuentran inscritas en los
Talleres Literarios
que organiza la
Universidad Popular de Cartagena.
En esta edición una de las mujeres que escribe microrelatos en este blog, se llevo el
Accésit
Taller Literario Jornadas
Carmen Conde
estamos hablando de
Mª Carmen Meroño
y estas son las fotografías que
Jóse Martínez,
amiga, colaboradora y miembro de los Talleres Literarios, tomó de la Jornada.
En el acto estuvieron presentes,
D. Miguel Navarro
Director de la Universidad Popular de Cartagena
y
Dª. Clara Heredia
Concejala de la Mujer de Cartagena
Este es el microrelato que presentó y ganador del Accésit Literario.
"Mamá duérmete que yo vigilo"
Maduré cuando esta demasiado tierno, mi cuerpo era demasiado frágil, el asombro se reflejaba en mis ojos, mi cara denostaba el dolor y el sufrimiento.
Mamá era guapa, pero no había luz en sus ojos, miraba siempre en circulo, el miedo la hacía recelar de todo. Trazó una línea y me apartó del mal hasta que empecé a tener consciencia.
Las sillas caían, los objetos volaban y mamá gritaba, y yo en mi cuarto con el horror pintado en mi cara esperando que la puerta se abriera y la figura de mi padre apareciera, seguida de mi madre que tiraba de él para que no entrara.
No fui consciente que la vida no era así, hasta que un día me invitó un amigo a su casa, en su casa las puertas estaba abiertas, su madre cantaba en la cocina una canción de moda, y sobre todo cuando al escuchar la llave en la cerradura mi amigo salió corriendo, y su padre lo abrazó sonriendo y le dio un beso.
Cuando volvía al infierno, volví tan triste, que lloré hasta que se me agotaron las lágrimas y me pregunté ¿porqué mi padre bebe, pega a mi madre, grita sin cesar y me maltrata a mi? ¿Qué nos esperará mañana, alcanzaremos a vivir para verlo?.
No tuve respuesta, pero nació dentro de mí el sueño de vivir sin él.
¿Cómo sería mi casa, mi madre y yo sin la tortura de su presencia?.
Mamá llega todos los días a casa cansada de su trabajo, madruga mucho, duerme poco, se encierra en su cuarto, e intenta descansar, no se quita la ropa por si tiene que huir.
Ese día esperé a mi padre en el primer rellano de la escalera, premedité un plan y le dije a mamá: mamá duérmete que yo vigilo.
Cuando llegó al portal me vio acurrucado en el escalón y empezó a gritar, qué hacía allí, yo sin contestarle subí corriendo las escaleras, él cargado de alcohol daba tumbos, tropezaba, caía y su cólera iba en aumento. Cuando llegué a casa me colé dentro y cerré la puerta de un portazo, para que él oyera su ruido.
Esperé detrás, tumbada, mi corazón estaba desbocado, oía el latido a través de mi camiseta, cuando intentó meter la llave en la cerradura no acertaba y empezó a golpear, y en ese momento abrí de golpe y empecé a burlarme de él, ya no se contuvo y se abalanzó sobre mí, pero mi rapidez me salvo de sus zarpazos, corrí hacia la terraza y me agazape frente al pretil, cuando en su locura por molerme a palos se tiró a por mí, me escabullí como pantera sigilosa, la velocidad y su mal equilibrio hizo el resto.
Cayó como un fardo de mugre que es lo que era.
Me fui a mi cuarto, frío por dentro, pero libre al fin. Lo nuevo, si es que lo hay, será renacer, silencios y risas, caricias y besos, jamás mi madre sabrá lo que pasó mientras yo velaba su sueño.
Las sirenas de la policía se empiezan a escuchar, mi madre duerme ajena a todo, yo he sepultado en el cementerio de mis recuerdos este hecho que no volveré a recordar.
Alguien llama, yo salgo a abrir, me pongo un dedo delante de la boca y pido silencio, psssss....... y les digo mamá duerme, porque le he prometido vigilar su sueño.
Sueño Literario.
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